En un esfuerzo por inculcar el compromiso con el acceso a la justicia desde las etapas iniciales de la formación jurídica, Fundación Pro Bono destaca una novedosa iniciativa de pasantía, impulsada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que integra a futuros abogados en el ecosistema del trabajo pro bono.
El programa permite que alumnos de tercer y cuarto año de Derecho se incorporen a prestigiosos estudios jurídicos de la red de la Fundación para colaborar directamente en la gestión de los casos pro bono que llegan a las firmas. Esta experiencia práctica no solo enriquece su formación académica, sino que también los conecta con la realidad social del país y la importancia del voluntariado legal como herramienta de cambio.
Uno de los estudios participantes es Carey, firma líder en el país y miembro activo de la Fundación. Para profundizar los lazos de esta colaboración, los coordinadores pro bono del estudio, Óscar Lizana y Gabriela García, visitaron las oficinas de Fundación Pro Bono junto a Antonia Spencer, actual pasante del programa. El objetivo del encuentro fue que la estudiante conociera desde dentro el quehacer diario de la Fundación, comprendiendo cómo se articula la red y el viaje que recorre una solicitud de ayuda legal desde que llega a la Fundación hasta que es asignada a un abogado voluntario.
Estas instancias son fundamentales para sensibilizar a las nuevas generaciones de abogados sobre su rol social. Al involucrarse tempranamente con el trabajo pro bono, los estudiantes no solo desarrollan habilidades técnicas, sino que también fortalecen su vocación de servicio y su compromiso con la ética profesional, pilares esenciales para construir una sociedad más justa y equitativa.
Esta pasantía se suma a otras iniciativas estratégicas de la Fundación Pro Bono para promover la responsabilidad social en el mundo universitario. Un ejemplo destacado es el “Desafío Pro Bono”, un concurso anual que invita a estudiantes de derecho de todo el país a proponer soluciones jurídicas innovadoras a problemáticas sociales concretas. Ambas iniciativas comparten el objetivo de formar profesionales del derecho que no solo sean excelentes en su técnica, sino también conscientes de su capacidad para generar un impacto positivo en la comunidad.
La colaboración entre la academia, los estudios jurídicos y organizaciones como Fundación Pro Bono es clave para garantizar que el compromiso con el acceso a la justicia sea un pilar transversal en la carrera de todo abogado y abogada en Chile.