Fuente: El Mercurio
Un ejemplo de ello es la Fundación Pro Bono Chile, que es una entidad sin fines de lucro que busca acercar la justicia a quienes no pueden acceder a ella.
Es una realidad. Cada vez más jóvenes están buscando espacios de intervención social para servir al país desde distintos frentes, y la Fundación Pro Bono Chile -entidad sin fines de lucro que busca acercar la justicia a quienes no pueden acceder a ella- ofrece una oportunidad concreta a los estudiantes de Derecho de hacerlo en lo que ellos estudiaron o lo que están estudiando.
A través del trabajo voluntario o pro bono de los abogados, esta institución presta asesoría legal gratuita a organizaciones sin fines de lucro, microempresarios y a personas, sectores o grupos vulnerables que no pueden costear los servicios de un abogado y que están excluidos de los sistemas de asistencia legal que contempla el Estado, como es la Corporación de Asistencia Judicial.
Marcela Fajardo, directora ejecutiva de la Fundación Pro Bono Chile, señala que la entidad -que partió el año 2000 por iniciativa de un grupo de abogados inspirados en la práctica pro bono de otros países- recibe constantemente el apoyo de abogados voluntarios y egresados y alumnos de Derecho, los cuales son incorporados al equipo de trabajo. «Efectivamente, desde el año 2006 hemos observado gran interés de parte de los egresados y estudiantes de Derecho por servir a los sectores más vulnerables de la sociedad con la carrera que ellos están estudiando.
Y agrega: «Éste no es un trabajo voluntario, sino que es un trabajo como cualquiera, es decir, tiene horarios, responsabilidades y que reportar a un jefe, etc. Sin embargo, los estudiantes tienen la oportunidad de conocer varios mundos. Por ejemplo, trabajar junto a reconocidos estudios jurídicos, conocer cómo funcionan las organizaciones sociales y atender a personas que tienen graves problemas. Si las universidades enseñan el código de ética, acá lo aprenden en el día a día».
Señala que los jóvenes cuando llegan a la fundación se les realiza un training de tres semanas, donde atienden consultas junto a una coordinadora y conocen a fondo el funcionamiento de la institución. A los estudiantes de primer año de Derecho generalmente les asignan trabajos administrativos y a los que cursan tercero en adelante pueden, de acuerdo a la ley, tramitar. En realidad, tienen la oportunidad de madurar profesionalmente y aprenden muchas herramientas».
Programas de trabajo
Otro aspecto importante es que esta fundación posee contactos con estudios jurídicos de todos los países, además trabaja con el Colegio de Abogados de Nueva York. «También a los jóvenes los ayudamos con cartas de recomendación para distintas becas, donde la opinión de esta fundación es importante porque evaluamos la capacidad de trabajar en equipo y la tolerancia a la frustración, entre otras habilidades», dice la directora.
Se financia con el aporte de la Fundación Tinker y con el apoyo económico de los estudios jurídicos miembros, los que han asumido el compromiso de aportar a la sustentabilidad económica de la entidad a través de una cuota fija anual.
La entidad identifica también áreas en donde se requiere el aporte Pro Bono y desarrolla programas específicos de trabajo para cada una de ellas, con el fin de canalizar oportuna y efectivamente el voluntariado profesional de los abogados.
guran apoyo a víctimas de delitos violentos, arbitraje Pro Bono, discapacidad, microempresarios, organizaciones sociales, transparencia y acceso a la información pública, violencia escolar y violencia intrafamiliar.
¿Qué es el trabajo pro bono?
«Pro bono» es una expresión latina, que significa «para el bien público» y que generalmente se usa para referirse al trabajo realizado voluntariamente y sin retribución monetaria. Y si bien este término se utiliza comúnmente para indicar a los servicios jurídicos, también puede ser empleado para otra profesión u oficio, ámbito privado, y «pro bono» para aquellos en el ámbito público.