Musulmana denuncia al Estado por denegación de justicia

Fabiola Palominos (40), o Fátima, el nombre que le dio la religión musulmana, y que decidió adoptar hace cinco años, lleva siempre tapados su pelo y cuello. En su oficina de Gendarmería de Chile, en el edificio que antes ocupara la cárcel Capuchinos, guarda un ejemplar del Corán, el que consulta para recitar algunos versículos.

fabiola-palominosFuente: El Mercurio

Fabiola Palominos perdió dos juicios en Chile luego que los funcionarios de un banco la obligaran a quitarse el velo islámico para que pudiera cobrar un cheque.

María José Soler A.

Fabiola Palominos (40), o Fátima, el nombre que le dio la religión musulmana, y que decidió adoptar hace cinco años, lleva siempre tapados su pelo y cuello. En su oficina de Gendarmería de Chile, en el edificio que antes ocupara la cárcel Capuchinos, guarda un ejemplar del Corán, el que consulta para recitar algunos versículos.

El velo islámico que utiliza, o hijab , deja ver su cara, aunque, si fuera por ella, usaría el niqab , un tipo de velo que sólo dejaría al descubierto sus ojos. «Pero el hijab es lo que me permiten usar en mi trabajo, y nunca he tenido problemas por eso», explica. Tampoco había tenido problemas en otros lugares por llevar el hijab , salvo un par de insultos en la calle, hasta que un día de 2010 quiso cobrar un cheque de $50 mil en la sucursal Rondizzoni del BancoEstado.

Aunque antes había cobrado cheques sin problemas en otra sucursal del mismo banco, en esa ocasión el cajero se negó a recibir el documento si antes no se sacaba el hijab . El jefe de atención al cliente del local insistió en que debía quitárselo, aduciendo motivos de verificación de identidad. Finalmente, Fabiola se quitó el velo frente a las cajas de atención y pudo cobrar el cheque. «Les expliqué que no podía quitármelo porque es parte de mi religión, de mi fe. Me sentí atropellada, ni siquiera mi cuñado me ha visto sin hijab «, dice la mujer.

Luego del incidente, Fabiola presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones. Lo perdió ahí y luego en la Corte Suprema por razones formales, ya que no explicitó el derecho que había sido vulnerado ni solicitó acciones contra el banco. Ambas sentencias, sin embargo, contaron con votos de minoría que consideraron vulnerados sus derechos, ya que el banco no tenía razones legítimas para exigir a la mujer que se quitara el velo. El voto del entonces ministro de la Corte, Carlos Cerda, estimó que la actitud del banco «atentó contra la integridad psíquica, la no discriminación y libertad personal» de la víctimas.

Luego de perder ambos juicios es que Fabiola decidió recurrir a la Comisión Interamericana de DD.HH (CIDH), asesorada por la Fundación Pro Bono. La principal razón es la denegación de justicia. «Lo que hizo la Corte fue rechazar el recurso porque no se pidió lo que había que pedir. Eso es denegar justicia en la práctica», explica el abogado Nicolás Lama, quien patrocinó la denuncia ante la CIDH.

Contenidos de la acusación

El caso de Fabiola llegó el 27 de marzo pasado a la CIDH (ver recuadro), instancia que también vio en 2010 la denuncia por discriminación de la jueza Karen Atala. La presentación ante el organismo acusa al Estado de Chile de no proteger a Fabiola Palominos ante la vulneración de su derecho a la libertad de conciencia y de religión y a su derecho a la integridad física y psíquica. Además, acusa al Estado de no contar con un mecanismo judicial sencillo y eficaz para proteger los derechos constitucionales de las personas.

Recuadro :

«Cualquier ser humano tiene derecho a cambiar de sexo o religión cuando quiera. Si yo mañana quiero ser hombre, tampoco quiero ser cuestionada. Si yo quiero cambiar a la religión hindú y raparme, tampoco quiero ser cuestionada».

FABIOLA PALOMINOS

Piden que se modernice el sistema de recursos de protección

La presentación que hizo el abogado Nicolás Lama, quien patrocina a Fabiola Palominos a través de la Fundación Pro Bono, ante la Comisión Interamericana de DD.HH. solicita que se ordene a Chile modificar el sistema bajo el cual se presentan los recursos de protección, para equipararlos a estándares internacionales. Esto, en reclamo por el rechazo del recurso que presentó Palominos luego que se la obligara a quitarse el hijab .

«De qué sirve que el recurso de protección sea concebido como una acción a ser interpuesta por cualquier ciudadano si después se va a rechazar por una cuestión formal», critica Lama. Además, la denuncia pide a la CIDH que se repare a Fabiola con un acto público de disculpas y que «se instruya a las instituciones bancarias sobre formas de identificación que no atenten contra el islam o las convicciones religiosas de las personas».

Fuente: El Mercurio, Crónica, 15 de abril de 2012, pág. C17.