Abogada Karen Bielefeldt: Máximo, 36 años.
Desde que era pequeño Cynthia entendió que algo no andaba bien con su cuerpo. A los tres años se sentía atraído por niñas, le gustaba jugar con niños y vestirse como ellos. Fue criado sólo por su madre, quien ante esta situación acudió a psicológos y doctores buscando una respuesta a lo que decía era una “enfermedad”. Cuando tenía 13 años, una psicóloga le dijo a su madre que no se trataba de una enfermedad sino que su naturaleza era distinta a la de otros adolescente, pero fue recién a los 24 años cuando descubrió la disforia de género comprendiendo de mejor forma porqué su cuerpo no se condecía con su género, lo cual lo mantuvo siempre muy afligido.
Recién a los 30 años comenzó su proceso de transformación física y su tratamiento hormonal. Así hace 10 años que ya comenzó a utilizar su nombre Máximo. Sólo quedaba pendiente cambiar su partida de nacimiento para que todo el esfuerzo tuviera el sentido que requería. En enero de este año acudió a Fundación Pro Bono, la cual derivó el caso a la abogada individual Karen Bielefeldt, logrando una exitosa sentencia en el mes de mayo.
¿Por qué decidiste asumir este caso?
Tengo la convicción que todos tenemos derecho a desarrollarnos en un ambiente libre de toda discriminación, siento que es mi obligación como abogada contribuir a la materialización de este principio social.
¿Cómo crees que se ha desarrollado esta temática en el aspecto jurídico en nuestro país?
Jurídicamente ha habido un avance importantísimo en el tema, donde la Corte Suprema a través de sus fallos ha logrado suplir los vacíos legales que a la fecha mantiene nuestra legislación, dando una solución real al conflicto social que a diario viven las personas cuyas identidades de género son diferentes del sexo o el género que se les asignó al nacer. Tal es así que hoy nuestro Tribunal Supremo reconoce y autoriza los cambios de nombre y sexo en las partidas de nacimiento cuando concurren ciertos presupuestos legales, esto sin que la falta de operación en los genitales por parte del requirente sea un requisito excluyente para que la acción sea acogida.
¿Cómo has visto este cambio en la vida de tu cliente?
He tenido un contacto reciente con mi representado y Máximo está feliz. Consiguió por fin el trabajo que esperaba hace tiempo, hoy día cosas tan simples como ser llamado a viva voz al momento de hacer un trámite han dejado de ser una pesadilla en su diario vivir.
Bofill Mir & Álvarez Jana: Daniel, 19 años / Francisco, 21 años.
Cuando cursaba séptimo básico Daniel no se sentía cómodo con su identidad femenina. A esa edad empezó a estudiar sobre la transexualidad, aunque decidió esconder su identidad a la familia hasta finalizar la escolaridad. Hasta antes de la interposición del recurso de cambio de partida de nacimiento, Daniel usaba este nombre en todas sus interacciones sociales y así era reconocido también en la universidad, lo cual constaba, entre otras cosas, en su Tarjeta de Identificación Universitaria. En mayo del 2017 inició un tratamiento hormonal, por lo cual ya en noviembre acudió a Fundación Pro Bono, la cual derivó su caso al estudio Bofill Mir & Álvarez Jana. En mayo de este año el tribunal acogió el recurso presentado por la firma.
Una exitosa sentencia lograron, por otro lado, con Francisco. El tiene 21 años y sufrió discriminación escolar desde edad temprana y le costó mucho hacer amistades. Siempre tuvo atracción hacia el sexo femenino, por lo que llegó a identificarse como lesbiana, sin embargo pronto se manifestó su identidad masculina. Luego de estudiar sobre el tema, le confesó a su familia esta condición, la cual le brindó su apoyo y donde sintió un comodo espacio para usar abiertamente su nombre Francisco, lo cual también hizo en su lugar de trabajo. Aún así, reconoce que ha vivido una tras otra situación difícil, por lo cual consideraba necesario rectificar su identidad femenina desde el punto de vista legal. En el mes de marzo su caso fue acogido por los abogados Catalina Fernández y Jaime Ayala.
“Las causas de cambio de nombre y sexo son muy desafiantes porque lidian con un tema que afecta la vida diaria de las personas que representamos. Un procedimiento sencillo, que con un poco de suerte puede durar menos de 6 meses, logra hacer toda la diferencia en la forma en que nuestros clientes se relacionan en la sociedad, permitiéndoles evitar momentos incómodos o humillantes y promoviendo un pleno reconocimiento de su identidad. Eso es tremendamente satisfactorio. Al mismo tiempo, constatar la forma en que los tribunales de justicia han ido reconociendo esta situación, abriendo espacios de dignidad y reconocimiento también es reconfortante. No tenemos dudas que la ley actual es insuficiente y por eso las reformas que se han promovido son necesarias. Sin embargo, celebramos que existan distintos actores –jueces y abogados- que se han atrevido a intentarlo con las herramientas que tenemos, y de esa manera poder otorgar una salida jurídica a un problema tan humano”, comenta Catalina Fernández, abogada del estudio a cargo de las causas.
FerradaNehme: Andrés, 20 años.
Si bien Andrea desde su infancia había manifestado su cercanía e identificación con el género masculino, fue en 2014, a la edad de 16 años, cuando tomó el valor de contarle a su madre que era un hombre transexual, recibiendo todo el apoyo de ella y luego de su familia. Además comenzó a ser tratada como varón en su colegio luego de realizarse una evaluación psicológica que la diagnosticó con disforia de género.
Con el tiempo se sometió a un tratamiento hormonal sumado a vestir vestimenta masculina y una apariencia masculina, sin embargo, cada vez que se veía enfrentado a realizar un trámite con su cédula de identidad se evidenciaba y debía lidiar con la discordancia entre su nombre, su apariencia y sexo biológico.
En noviembre de 2017 acudió a Pro Bono y el estudio FerradaNehme asumió el caso interponiendo una solicitud de rectificación de partida de nacimiento. En mayo de este año el Décimo Tercer Juzgado Civil de Santiago acogió el recurso presentado, sumándose así a los logros anteriores obtenidos por la firma en esta materia. En esta causa participaron los abogados Lucía Álvarez, Nicolás Morales, Pía Rojo y María de los Ángeles Mufdi.
¿Tiene el estudio una sensibilidad o interés particular por este tipo de causas?
“Para FerradaNehme la equidad y no discriminación son valores fundamentales, que nos hacen asumir un compromiso con quienes ven vulnerados sus derechos. De esta forma, nos parece relevante tomar este tipo de causas, dado que se trata de ayudar a una persona a que se le reconozca un derecho tan fundamental y esencial como su nombre y su identidad. Un gesto tan sencillo como el cambio en la partida de nacimiento, y el consecuente cambio en la cédula de identidad, puede solucionar grandes problemas a los que deben exponerse las personas trans día a día, y que hacen muy difícil cuestiones que para la mayoría de las personas nos resultan muy fáciles, tales como hacer trámites en un banco, ir al doctor o sacar la licencia de conducir. De esta forma, la modificación de partida de nacimiento, es de una importancia trascendental para las personas trans, pues no tan sólo significa obtener el reconocimiento legal de su verdadera identidad sino que también un gran paso en pro de obtener una aceptación por parte de la sociedad, ambas cuestiones que nos motivan a tomar casos de este tipo” explicaron en el estudio.