Encuentro 2018 de la Red de Abogados de Familia

En las nuevas oficinas del estudio Rivadeneira Colombara Zegers en avenida Alonso de Córdova la fundación llevó a cabo un almuerzo junto a su red de abogados y abogadas de familia.

El encuentro estuvo encabezado por el director de la organización y socio del estudio, Ciro Colombara, y por la directora ejecutiva, Carolina Contreras, y tuvo como objetivo revitalizar la cercanía profesional y personal de este grupo, además de compartir experiencias de este año en las áreas de toma de casos y educación legal y conversar sobre aquellas temáticas que despiertan especial interés en este grupo. En ese contexto, se abordaron mecanismos para fortalecer el trabajo conjunto con aras de perfeccionar la atención al beneficiario, poniendo especial énfasis en cómo constituir un círculo de apoyo profesional técnico para la tramitación de causas que permita contar con un menor costo para el cliente pro bono.

 

Por otro lado, en relación a las temáticas del derecho en las que la fundación puede tomar a partir del próximo año un rol activo desde su expertis, los abogados plantearon su preocupación por las políticas de adopción infantil en el país. En ese sentido propusieron tomar un rol relevante a través de la toma y la visibilización de casos de interés público para incidir en el curso de las políticas públicas en esta materia.

A la actividad asistieron, por parte de la fundación, la coordinadora general, Eva Méndez, la coordinadora de Litigio, Josefa Giesen, la encargada de Vinculación con el Medio, Constanza Alvial, y la abogada del área familia, Paulina Pino.

 

ABOGADA PRO BONO ES DESIGNADA CURADORA

Un joven de 16 años estuvo expuesto por meses a constantes maltratos y humillaciones al interior de su hogar luego de que sus padres, en especial su madre, se enteraran de que era homosexual. La mujer, que profesaba la religión adventista, tuvo una serie de reacciones que fueron acongojando al niño y afectando su desempeño escolar, como por ejemplo cuando desinfectaba los cubiertos utilizados por él o cuando ponía cloro en la tina cada vez cada vez que él se duchaba.

Tras no aguantar más esta cadena de episodios familiares, el joven llegó a la casa de los padres de una amiga, quienes lo acompañaron a hacer una denuncia en Carabineros por violencia intrafamiliar. El Centro de Medidas Cautelares desestimó la denuncia pero dictó una causa de protección, nombrando a un curador de la Corporación de Asistencia Judicial. El caso luego llegó a Fundación Iguales, la que recurrió a Fundación Pro Bono en virtud de la alianza que sostienen ambas organizaciones.

La fundación derivó así el caso del joven y éste fue asumido por la abogada Alejandra Mercado. Sin embargo, luego de percatarse de que era un menor de edad y que por tanto no podría representarlo, la abogada presentó un escrito y además llevó a cabo una serie de entrevistas al grupo más cercano del niño: a profesionales de su colegio, entre ellos al psicólogo y al orientador; a sus abuelos, a sus tíos y también a la madre de la amiga que lo recibió. En ese contexto, Alejandra acudió a la audiencia con el objetivo de que le permitieran representarlo si bien el niño ya tenía un curador y pese a las restricciones que existen para asumir esta figura.

Así todo, ese mismo día Alejandra logró ser designada curadora del niño. “El escrito presentado, el vínculo que formé con este joven y el ser parte de Fundación Pro Bono fueron factores fundamentales para que el juez me designara curadora” explica. “Era un desafío grande, porque está muy especificado quién puede y no ser curador y además el hecho de representar a un adolescente en esta temática que puede ser sensible, como es la homosexualidad”.

Gracias a un acuerdo entre la abogada y la madre del niño, el tribunal decretó que el joven quedara al resguardo de sus abuelos paternos por el período de un año, además de asistir a un tratamiento psicológico y darle la posibilidad de terminar su escolaridad, la cual se había visto muy afectada por las consecuencias psicológicas y emocionales del maltrato vivido.

Tras esto, Alejandra continuó apoyando al joven, presentando un oficio al Ministerio de Educación y a la Corporación de Educación de la Municipalidad de Renca, comuna en la que viven sus abuelos, para que le abrieran un cupo en un colegio al encontrarse en ese entonces en un período en los cupos ya estaban copados. Asimismo la abogada logró que el tribunal decretara como medida cautelar un régimen de visita con sus hermanas menores, con quienes se puede reunir 3 domingos al mes.