Estudio lleva caso de violencia contra la mujer y logra condena para el acusado

A las 5 de la mañana de una víspera de Año Nuevo, Mitzi y Karina dormían en su dormitorio en la comuna de Santiago cuando se dieron cuenta de que eran observadas por un vecino quien estaba parado en la puerta de la habitación mientras las miraba y se hacía tocaciones. Había entrado al departamento escalando y al ser enfrentado por las dueñas de casa comenzó a agredirlas al punto de dejar a una de ellas semi inconsciente. Les pegó puñetazos, las lanzó al suelo y luego huyó del departamento.

Una de las mujeres agredidas resultó con fractura mandibular doble, inestabilidad ocular, aumento de volumen en región frontal, diversas erosiones y equimosis, todas lesiones graves. La otra víctima con una fractura del tabique nasal.

Con motivo de las consecuencias psicológicas del violento suceso, que implicaron temores nocturnos y problemas para dormir, Mitzi y Karina se vieron en la obligación de cambiarse de domicilio para evitar encontrarse con el imputado quien residía en el mismo edificio. Muy afectadas recurrieron a Fundación Pro Bono, la cual derivó el caso siendo asumido por el estudio Bosselin Briones Irureta Sánchez Santelices, BBIS, puntualmente por el abogado Fernando Santelices.

Tras las presentación de una demanda ante el 7mo Juzgado de Garantía de Santiago, el imputado fue condenado a una pena de 41 días de prisión en su grado máximo por el delito de Violación de Morada, a la pena de 61 días de presidio menor en su grado mínimo por el delito de Lesiones menos graves y a la pena de 541 días de presidio menor en su grado medio por el delito de Lesiones graves.

Posterior a ello, la pena corporal fue sustituida por la de remisión condicional de la pena por el plazo de dos años, en caso de cumplimiento efectivo con un día de abono. Las partes renunciaron a interponer recursos ante dicha sentencia.

A la fecha las víctimas siguen enfrentando las consecuencias de este episodio, entre ellas las lesiones físicas que aún permanecen y el temor a encontrarse con su victimario. «Seguimos con miedo pero felices apoyándonos la una a la otra. Agradezco el trabajo que hicieron tanto la fundación como el abogado porque sabemos que frente a este tema fue lo mejor que se pudo hacer; en muchas ocasiones estos casos de violencia quedan tirados y los culpables impunes», comenta Karina. Sobre el proceso de asesoría añade que «Fernando estuvo siempre presente ante cualquier duda, orientándonos sobre las salidas posibles, así que estamos eternamente agradecidas». 

 

Quisimos también conversar con el abogado para conocer más detalles de este caso.

¿Qué fue lo que les llamó la atención de este caso? ¿Por qué decidiste tomarlo? 
Los hechos que afectaron a nuestras representadas necesitaban de un impulso jurídico que permitiera evitar que fuesen tratados en su tramitación como un simple caso más de lesiones. Nos parecía que los mismos se daban en un contexto de violencia de género y discriminación hacia la diversidad sexual que necesitaban de un apoyo especial.
¿Qué otros aspectos envolvieron este caso en cuanto al impacto que tuvo en las víctimas, además de lo jurídico?
Se requirió de un contacto permanente con la fiscalía para que se consideraran los intereses particulares de la víctimas en la evaluación de las salidas a aplicar en el caso.
¿Quedaste conforme con la sentencia?
Considerando que el imputado no tenía antecedentes penales, nos parece que se trata de una condena ajustada a derecho y acorde al contexto de los hechos y antecedentes del caso.

Ref. foto: <a href=»https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/personas»>Foto de personas creado por Dragana_Gordic – www.freepik.es</a>