A Temuco viajaron la directora ejecutiva de Fundación Pro Bono, Carolina Contreras, y el encargado del programa Desafío Pro Bono, Ignacio Obando, para reunirse con las alumnas del proyecto “El Agua Mi Patrimonio”, uno de los ganadores de la versión 2018 del concurso dirigido a estudiantes de derecho, y con las comunidades que se verán beneficiadas con la iniciativa.
Estos son grupos de pequeños agricultores de las comunas de Faja Maisan y Comuy, a quienes las estudiantes de la Universidad de La Frontera, con el patrocinio del estudio Guerrero Olivos, apoyarán en la regularización de los derechos de aguas para regadío. En ese contexto, la fundación y las alumnas se reunieron con dirigentes de la Asociación de Canalistas de Faja Maisan para conocer sus necesidades específicas en cuanto al uso de aguas en su labor productiva y para definir mecanismos de apoyo, donde la principal acción será una capacitación integral que les permita regularizar y garantizar el uso correcto del agua. Además las estudiantes asumirán la asesoría en un caso piloto, para así dejar capacidades instaladas y ejecutar otros requerimientos, esperablemente, de mano de la clínica jurídica de la Facultad de Ciencias Jurídicias y Empresariales de la Universidad de La Frontera.
En esa línea, Carolina e Ignacio junto a las alumnas se reunieron con la decana y vicedecana de dicha facultad, Valeska Jeldrez y Verónica Rozas, respectivamente, para conversar sobre el posible establecimiento de un convenio de colaboración en esta materia.