Crisis de Talento en el Sector Legal: el voluntariado legal puede retener a tus jóvenes promesas

Los desafíos para retener al talento joven deben estar en el corazón de los propósitos y valores corporativos.

Los desafíos para retener al talento joven deben estar en el corazón de los propósitos y valores corporativos. Y los nuevos profesionales buscan que su trabajo no sólo sea un fin, también un medio de cambio, que es lo que puede ofrecer el voluntariado legal.

Las nuevas generaciones de trabajadores, específicamente los Millennials y la Gen Z, valoran profundamente el propósito y la ética de las empresas para las cuales trabajan. Un estudio realizado por Deloitte sobre estos grupos demográficos en Estados Unidos, resalta que casi la mitad de los trabajadores jóvenes buscan que sus empleadores prioricen objetivos más allá de la simple rentabilidad, como el impacto ambiental y la justicia social. Algo que en Chile pareciera ser una realidad similar.

Estas generaciones, combinando el mercado formal e informal, son la mayor fuerza de trabajo en Chile, con cerca de 4.000.000 de los trabajadores del país, por encima de la generación X, que suma 3.800.000. Y gran parte de ellos busca alinearse con empresas que reflejen sus valores personales, y están dispuestas a cambiar de empleo si no perciben este alineamiento. Este fenómeno es parte de un cambio cultural más amplio, donde la lealtad a una empresa se ve superada por la necesidad de coherencia entre los valores personales y corporativos.

Y en el área legal, la posibilidad de hacer voluntariado desde la misma oficina, gerencia o consultora, puede significar la permanencia de ese talento joven. Algo que Fundación Pro Bono promueve, ordenando e institucionalizando el voluntariado legal en cada oficina miembro.

Ofrecer a los jóvenes profesionales la oportunidad de participar en proyectos de voluntariado legal no solo enriquece su experiencia y fortalece sus habilidades técnicas, sino que también potencia su sentido de compromiso y pertenencia. En un mundo donde los millennials y la generación Z buscan propósito e impacto en sus carreras, el voluntariado legal se presenta como una vía privilegiada para conectar con estas aspiraciones.

Además, al involucrarse en causas de gran impacto social, los jóvenes abogados sienten que su trabajo trasciende los límites de la oficina y contribuye a la sociedad. Porque, finalmente, los programas de voluntariado legal permiten a las empresas no solo mostrar su responsabilidad social corporativa, sino también su compromiso con el desarrollo profesional y personal de sus empleados.

Pero no sólo eso, porque también puede ayudar a disminuir el fenómeno de trabajadores presentes pero ausentes, que son denominados como “zombis laborales”. Y es que no encuentran ni en la misión u objetivo de su trabajo, el compromiso que necesitan para su crecimiento personal. Y los datos son claros: los trabajadores jóvenes permanecen en un empleo, en promedio, solo la mitad del tiempo que lo hacían las generaciones anteriores, con una estancia promedio de unos 2.2 años. Lo que significa que existen rubros donde la rotación puede ser extremadamente costosa, particularmente en roles que son intensivos en conocimiento e interacción, donde la partida de empleados calificados puede significar una amenaza directa a la productividad y la innovación dentro de la empresa.

Los nuevos profesionales buscan que su trabajo no sólo sea un fin, también un medio de cambio. Es por eso que el voluntariado legal puede ser una gran alternativa -en el área legal- para quienes buscan estar mejor alineados con los valores de estos jóvenes. Una alternativa realista al desafío crucial para las empresas: no solo deben ofrecer un salario competitivo y beneficios tradicionales, sino que también deben crear una propuesta de valor al empleado atractiva y distintiva.

Columna originalmente publicada en la Revista del Colegio de Abogados (página 59).