A través de un evento online transmitido por streaming, Fundación Pro Bono celebró este jueves su vigésimo aniversario. Como todos los años, la organización agradeció el compromiso que han adquirido y el valor que otorgan al voluntariado legal sus más de 50 estudios jurídicos y empresas miembros, al igual que los abogados individuales y notarios. Todo esto en favor de personas y grupos en situación de vulnerabilidad social y de organizaciones de la sociedad civil, sector con el que han trabajado ampliamente durante los últimos años.
La oportunidad fue también el escenario para que Pablo Guerrero, anunciara su salida como presidente de la fundación dando cuenta de la gestión realizada durante dieciocho años en el cargo y diera la bienvenida a su sucesora Macarena Ravinet, socia de Guerrero Olivos que a partir del 2 de enero ingresará al Área Corporativa del estudio jurídico Cuatrecasas. La abogada, fue coordinadora pro bono del estudio Guerrero Olivos, recibió el premio al mejor coordinador pro bono en 2011, y en 2018 se incorporó al Directorio de la Fundación.
Durante este año de incertidumbre, encierro y pandemia, la Fundación se ha abocado no sólo a realizar el trabajo cotidiano, sino también a pensar en el futuro y los desafíos que como organización y, particularmente nuestro país, tendrá que enfrentar.
Es por esto que además de comenzar un proceso de renovación de imagen corporativa, la Fundación decidió renovar parcialmente su Directorio, incorporando a Loreto Bresky, directora del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) y ex socia de Alessandri; Benjamín Grebe, socio y miembro del Comité Pro Bono de Prieto; y Macarena Toro, gerenta de Compliance de Falabella y coordinadora de Pro Bono de la empresa.
Los nuevos miembros reemplazarán a Pablo Guerrero y las ex directoras ejecutivas Pilar Aspillaga y Marcela Fajardo, quienes seguirán formando parte del Consejo Consultivo.