Miembros de Fundación Pro Bono se reunieron con Marisa Méndez, autora de la guía para la implementación de trabajo pro bono

Con el objetivo de conocer la historia y labor que realiza Fundación Pro Bono, Marisa Méndez, destacada abogada española, profesora de marketing y entorno legal en IE Law School y autora de la "Guía para la Implementación y la Gestión del Trabajo Pro Bono”, en su visita a Chile, se reunió con Pablo Guerrero, Presidente de la Fundación y Carolina Contreras, coordinadora de estudios jurídicos y departamentos legales de empresas.

dsc_0020Con el objetivo de conocer la historia y labor que realiza Fundación Pro Bono,  Marisa Méndez, destacada abogada española, profesora de marketing y entorno legal en IE Law School y autora de la «Guía para la Implementación y la Gestión del Trabajo Pro Bono”, en su visita a Chile,  se reunió con Pablo Guerrero, Presidente de la Fundación y Carolina Contreras, coordinadora de estudios jurídicos y departamentos legales de empresas.

Ambos contaron sobre los primeros años de la entidad, destacando el respaldo que tuvieron por parte del Colegio de Abogados  y de reconocidas figuras de la comunidad legal del país para impulsar el proyecto al interior de los estudios jurídicos.

Además,  la Fundación organizó un desayuno donde tuvo la oportunidad de conocer a Macarena Ravinet, coordinadora  del estudio Guerrero Olivos; Esteban Ruiz, coordinador del departamento legal de Cencosud y Benjamín Vial, coordinador del departamento legal del Banco BBVA.

En una extensa conversación, cada uno de ellos compartió su experiencia en el cargo, destacando buenas prácticas que han desarrollado al interior de sus grupos de trabajo y el  rol que tiene la Fundación en ello.

Marisa, indicó que su impresión luego de poder conocer de cerca el trabajo que se realiza en la Fundación es que  “la clave de los buenos resultados es que el punto de encuentro entre los estudios y fiscalías es una entidad externa, con alto nivel de credibilidad y que busca la profesionalización de la práctica”.

“La labor de separar lo bueno de lo menos bueno, de identificar las mejores organizaciones y  las mejores prácticas los libera por un lado y les da mucha credibilidad por otro.  Separa al  pro bono de convertirse en una herramienta de publicidad, sin perjuicio del marketing con causa.  Soy  la primera que defiende que las acciones buenas hay que comunicarlas”.

Organización del pro Bono en Madrid

Ella nos cuenta que la guía sobre la implementación de trabajo pro bono surge como una necesidad detectada por el Colegio de Abogados de Madrid por medio de su Centro de Responsabilidad Social de la Abogacía, cuya misión es dar a conocer en qué consiste el trabajo pro bono y promoverlo. Pues bien, en el diagnóstico que hace la institución, se dan cuenta que el pro bono no es tan conocido en la comunidad legal como se pensaba y además, que quienes lo conocen no saben cómo plasmarlo en la realidad.

¿Qué vinculo tienes con el Colegio de Abogados de Madrid?

Yo siempre he estado vinculada a los temas de responsabilidad social de la abogacía. Enseño y promociono el concepto de responsabilidad social y pro bono desde el año 2003. Creo que vieron en mí una persona que por un  lado conoce el día a día, los retos, dificultades y bondades de las firmas de abogados y, por otro lado, soy una absoluta convencida del pro bono  y la responsabilidad social de los abogados.

¿Tienes alguna percepción  de cómo recibió la comunidad jurídica de Madrid la guía?

Mi percepción es que estamos todavía en una etapa de dar a conocer. Yo he recibido respuestas individuales, principalmente de despachos medianos. Es curioso, la respuesta más positiva es de abogados que han estado en grandes firmas, que ahora han montado la suya o que se han incorporado a firmas medianas que ya tenían implementado el programa pro bono en las grandes firmas, pero ahora que se han cambiado no saben cómo implementarlo.

¿Cuál es tu diagnóstico  en realización a la organización del pro bono?

Yo creo que esto es como la tormenta perfecta, se unen muchos factores.  Por un lado, hay una característica de la profesión que es el escepticismo que genera una falta confianza en iniciativas  y quizá  un deseo de excesivo control sobre ella. En segundo lugar, hay una frase  que ha hecho mucho daño es que “tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda”. Es bueno dar a conocer las buenas prácticas, es bueno dar a conocer las buenas acciones, pero hay mucha reticencia a contar. Hay muchas prácticas aisladas, pero falta conectarlas y darlas a conocer sin complejos. En tercer lugar, está el miedo que existe a explorar espacios nuevos, sería fabuloso que las fiscalías de empresas y estudios colaboraran juntos, pondrían los servicios a disposición de un bien mayor. Finalmente, en nuestro sector hay mucha información y poca comunicación. Esa comunicación se puede bajar a niveles tan concretos y específicos como preguntar a las nuevas generaciones si quieren o no quieren dedicar parte de su tiempo a realizar este tipo de acciones.