Cada año, Fundación Pro Bono celebra el voluntariado legal realizado por más de mi de abogados y abogadas durante el año. Es una oportunidad para reconocer el invaluable aporte de los profesionales del derecho que donan su tiempo y talento para construir una sociedad más justa y equitativa. Su compromiso, que se traduce en miles de horas de trabajo pro bono al año, es la piedra angular de nuestra labor y la fuerza que nos impulsa a seguir creciendo.
Como abogados y miembros de esta comunidad legal tenemos la responsabilidad de asumir un rol para la reconstrucción de la cohesión social a través de la prestación de servicios pro bono. Esto es indispensable para mitigar la falta de acceso igualitario a la justicia.
Pero nuestro rol, es otro. Desde el voluntariado legal accionamos con nuestro conocimiento, para que las personas puedan reconciliarse con un sistema que no ha podido satisfacer sus necesidades legales. Retomar la confianza en él es algo esencial para la paz social, que es uno de los pilares más importantes de la misión de nuestra fundación. Y los abogados y abogadas pro bono demostramos, con el ejemplo, ser agentes de cambio.
A lo largo de estos años, hemos sido testigos de cómo la generosidad de la comunidad legal ha impactado positivamente la vida de miles de personas, brindándoles asesoría legal gratuita y defendiendo sus derechos fundamentales. Desde la representación en juicios de familia hasta la asesoría en temas de vivienda y derechos del consumidor, el voluntariado legal ha demostrado ser una herramienta poderosa para empoderar a quienes más lo necesitan y nivelar la cancha frente a las desigualdades.
El 2023 fue un año particularmente destacable. Las abogadas y abogados voluntarios dedicaron más de 29.880 horas a casos pro bono, superando en 2.660 horas la cifra del año anterior. Este esfuerzo se ve reflejado en el aumento de profesionales que se han sumado a nuestra causa. De hecho, durante el 2023, pasamos de 895 a 1.210 abogadas y abogados brindando su tiempo y talento para hacer posible nuestra misión.
Las necesidades han ido en fuerte incremento después de la pandemia. Sólo durante este año hemos recibido alrededor de 1.500 solicitudes de asistencia legal, un 15% más que el año anterior. Cada una de estas solicitudes es cuidadosamente revisada para asegurar que los casos sean claros y reciban la atención legal que merecen.
Y es que con el tiempo hemos extendido nuestros esfuerzos a otras formas de hacer trabajo pro bono, bajo la convicción de la importancia de la educación legal. Por ello, hemos duplicado la cantidad de charlas realizadas este año, superando las 25 y alcanzando a más de 1.500 asistentes. Especialmente gracias a nuestro Programa de Educación Cívica también ha sido un éxito rotundo. Gracias a la participación de más de 100 abogadas y abogados que se han capacitado para impartir clases dinámicas e interactivas, hemos beneficiado a más de 4.000 alumnos en 4 regiones del país. Llevamos conceptos fundamentales de derecho a las salas de clases, formando a las nuevas generaciones en ciudadanía y derechos.
En estos 24 años, hemos construido una red de solidaridad gracias al compromiso de la comunidad legal. Hoy, renovamos nuestro compromiso con el acceso a la justicia y celebramos el espíritu del voluntariado legal en Chile. Seguiremos trabajando incansablemente para que todas las personas, sin importar su condición social, tengan acceso a la justicia y puedan ejercer sus derechos.
Columna publicada originalmente en The Legal Industry Reviews.