“El pro bono es un mar sin orillas y nosotros queremos generar un efecto repetición entre los abogados porque éste resignifica la profesión”. Con estas palabras, el presidente de Fundación Pro Bono, Pablo Guerrero, hacía referencia al trabajo de la organización durante la bienvenida oficial del estudio Porzio Rios García.
En sus oficinas en Cerro el Plomo y con la presencia de sus socios fundadores, socios y asociados, la firma se incorporó en medio de un emotivo encuentro en el que sus líderes se sumaron a esta reflexión en torno a connotación social histórica y actual que tiene la profesión.
“En esta oficina compartimos valores y visiones del mundo y este acto es parte de eso. Creemos que los abogados hacen muchas cosas más allá del ejercicio diario y estamos en una posición de privilegio para devolver lo que recibimos. Nosotros ya hacemos pro bono pero esto tiene un sentido superior, un mensaje de que los abogados tenemos conciencia social. En nuestra oficina eso se da de manera viva, muy especial, y queremos crear un canal para que se puedan llevar a cabo esas ambiciones”, indicó Ignacio García, socio del estudio.
En la ocasión, así también, se contó con palabras de Marino Porzio, socio fundador, quien reconoció el interés por entregar un servicio de calidad a quienes no pueden acceder a éste. “Pro Bono ha llenado un espacio y ha demostrado que los abogados también podemos estar en esto. Al abogado se le ha identificado con un interés de lucro mal concebido pero esto demuestra lo contrario”, señaló.
En la firma entre el estudio y la fundación participaron además los socios Cristóbal Porzio, Marcelo Correa, Hernán Ríos y José Joaquín Laso, al igual que Carolina Contreras, directora ejecutiva de Pro Bono.
Porzio Ríos García tiene un fuerte expertis en el área de propiedad intelectual, que ejerce desde sus inicios en 1993, al igual que en derecho corporativo, derecho internacional, laboral e inmigración, derecho económico, litigio y tax.
