Álvaro Plaza Ramos tenía 16 años cuando perdió la vida el 25 de marzo 2015. Vivía en la localidad de Diego de Almagro, en la Tercera Región, una de las más afectadas y golpeadas por el desborde de ríos producto de inusuales lluvias en el área. Álvaro era brigadier de bomberos de Diego de Almagro y ese día acudió en el carro de bomberos en ayuda de una mujer y su hijo, a quienes les salvó la vida, cuando cayó al desbordado caudal del río Salado. Hasta el día de hoy sigue desaparecido.
Su padre, Álvaro Plaza Santander, recorrió incesantemente la zona con palas y picotas y buscó sin cansancio apoyo en la comunidad y en las autoridades para encontrar a su hijo. Dentro de todos sus esfuerzos, en los que ha obtenido ayuda de distintos sectores, se puso además en contacto con Lucia Avilés, conocida por ser la dueña del avión Tanque utilizado en los incendios en el sur del país. Ella lo puso en contacto con la Cruz Roja, la cual por aporte de la Cruz Roja de Italia le hizo entrega por un período de una maquinaria especializada para la búsqueda de cuerpos humanos, la cual asegura Álvaro también puede ayudar en esta labor en función de otras familias que han perdido seres queridos.
“Mi búsqueda ha sido de mucha frustración, rabia, impotencia y amor. He luchado por mi hijo. Alvarito lo único que quería era ser bombero, tenía muchos sueños. La naturaleza fue dura pero estoy tranquilo y feliz de todo lo que he hecho por él. No me siento cansado, sino emocionado, con alegría y amor porque es mi hijo”, comenta Álvaro.
Apoyo jurídico en la búsqueda
En las gestiones y formalización de acuerdos extrajudiciales con la Cruz Roja, a Álvaro le está brindando ayuda Fundación Pro Bono a través de la asesoría del estudio Aninat Schwencke. Así con la máquina ya en Chile, el abogado Felipe Vargas, quien asumió el caso junto al socio Nicolás Atkinson y al abogado Martín Mois, comenta que “ahora hay que seguir avanzando en conseguir los medios logísticos y técnicos necesarios para una búsqueda extensa usando esta máquina y tampoco perder de vista la arista judicial del caso y así hacer valer las responsabilidades que este trágico caso conlleve (…) Es un caso muy complejo porque además del contenido jurídico hay un alto contenido emocional y además de distintas buenas intenciones que se crean alrededor de la figura de Álvaro Plaza hijo. Por lo mismo hay que buscar un equilibro entre cuartelar jurídicamente los intereses de don Álvaro y al mismo tiempo articular las buenas intenciones, los patrocinios y a las personas que, al igual que nosotros, lo apoyan”, agrega.
Junto con agradecer la ayuda que ha recibido del equipo de abogados, Álvaro reafirma su compromiso con la búsqueda con su hijo. “Quiero estar con el corazón tranquilo porque tengo una hija de 10 años pero yo voy a seguir luchando hasta encontrarlo”.