Hay planes que se trazan con el corazón y la razón, decisiones que se toman buscando un futuro de estabilidad para la familia y el propio. Para la protagonista de esta historia, nuestra patrocinada, de quien no daremos su nombre para proteger su identidad, ese plan era claro: siendo una mujer migrante y madre de tres hijos en Chile, conocía de cerca el esfuerzo diario y el alto costo de la vida. Por eso, tras su tercer parto, tomó una decisión meditada y definitiva: someterse a una esterilización quirúrgica; un procedimiento que debía darle la certeza para seguir adelante con el proyecto de vida que había diseñado para ella y los suyos.
Esa tranquilidad, sin embargo, se desvaneció por completo con la noticia de un nuevo embarazo, en este caso, no planificado. El impacto fue devastador. No era solo la sorpresa, sino la sensación de que su futuro le había sido arrebatado, de que su capacidad para decidir sobre su propio cuerpo y su vida había sido vulnerada. Se enfrentaba no solo a la inmensa responsabilidad de un cuarto hijo, sino también a la frustración de ver cómo sus planes se derrumbaban.
Fue en medio de esta incertidumbre que su caso llegó a Fundación Pro Bono y fue asumido por Nicolás Durán, abogado del estudio miembro Fleischmann & Román Abogados. Su primera labor, y quizás la más fundamental, no fue abrir un código legal, sino escuchar: “Acompañar a la patrocinada en la frustración que le generaba una situación tan inesperada”. Nicolás comprendió rápidamente que esto iba mucho más allá de un tecnicismo médico; era “la alteración de un proyecto de vida detenidamente planeado”.
El perjuicio era evidente y profundo. Se había afectado “su derecho a autodeterminar su futuro, obligándola a asumir responsabilidades económicas y familiares que no estaban en sus planes”. Desde el punto de vista jurídico, el desafío era complejo. Probar que una intervención médica específica fue mal ejecutada es, por lo general, una tarea difícil. Por ello, la estrategia legal de Nicolás se centró en un pilar más fundamental e irrefutable: la defensa del derecho de toda persona a tomar decisiones con información completa. El objetivo fue “destacar la relevancia de que se prive a una persona de decidir con información completa y veraz”, dice Durán.
Y es que esta experiencia fue profundamente enriquecedora, en donde nuestro abogado acompañó a una mujer que solo pedía respeto a una decisión íntima y legítima sobre su proyecto de vida. Como el mismo Nicolás concluye, el voluntariado legal no se trata de ideología ni de caridad, “sino de ejercer la profesión en toda su dimensión”. Su mensaje a otros abogados es una invitación a sumarse a una labor que nos recuerda constantemente que el derecho es, ante todo, un “compromiso con la dignidad y la justicia”.