Abogadas del estudio jurídico Quintana Ried Flores lograron revertir causa penal que abrió arista migratoria a persona que llegó al país en 2012.
A mediados de 2020, Jesús, ciudadano de República Dominicana y residente en Chile desde 2012, se acercó a la Fundación Pro Bono en búsqueda de ayuda. En sus manos traía una orden de expulsión por parte del Ministerio del Interior, que tenía su origen en una causa penal en su contra por unos supuestos hechos que pasaron en octubre de 2019.
Jesús había sido detenido en los primeros días del estallido social, en parte debido a su analfabetismo, que no le permitió informarse sobre el estado de excepción que hubo durante esa época. Se le acusaba de haber insultado a un Carabinero, sin embargo, en la causa nunca se presentó la víctima o prueba para comprobar el hecho. En efecto, la causa finalmente quedó con suspensión condicional y esperando el plazo para su sobreseimiento. Pero fue esta situación la que alertó a la Administración del Estado, para encauzar la expulsión del cliente.
“Tuvimos que presentar un recurso de amparo para evitar que fuera expulsado del país, que fue rechazado en primera instancia en la Corte de Apelaciones, donde tuvimos un voto a favor. Entonces presentamos una apelación a la Corte Suprema y ahí cinco miembros de la Sala Penal dieron cuenta de que, efectivamente, acá había habido una ilegalidad en la orden de ejecución de don Jesús, que él sí se encontraba en trámite y esperando la respuesta de la Administración respecto a su solicitud de visa. De esa forma, la Corte Suprema dejó sin efecto la orden de expulsión”, dijo Camila Flores socia del estudio jurídico Quintana Ried Flores (QRF).
Pero el trabajo estaba lejos de terminar. Lo urgente estaba hecho, pero quedaba regularizar la situación migratoria y penal de Jesús. “Por un lado, esperamos el plazo de cumplimiento de condiciones e inmediatamente solicitamos el sobreseimiento definitivo. Luego, subsanada esa situación, todavía estaba esperando la respuesta de la autoridad respecto a su situación migratoria. Ahí solicitamos una nueva solicitud, amparada en la nueva Ley de Migraciones, cuya respuesta llegó a principios de 2023, cuando consiguió su visa temporaria”, agrega Camila Barrera, abogada senior de Quintana Ried Flores.
Esta legislación permitía bajo ciertas circunstancias sociales y humanitarias obtener un permiso temporal o permanente en el país.
No fue una causa simple. La tecnología ayudó a facilitar la comunicación vía audios de mensajería instantánea, pero también permitió compenetrarse de mejor forma con la causa y sentir el verdadero efecto del trabajo pro bono. “Acá el caso pro bono es muy importante, porque genera una relación distinta, de cariño, y ya como un poco más profundo. Algo que se dio en el caso de don Jesús”, reflexiona Ignacia Viveros, abogada asociada de QRF.
Hace dos meses atrás, a mediados de abril, y con ya más de 12 años en el país, Jesús recibió su cédula de identidad chilena. Ese día fue acompañado por las tres abogadas Ignacia Viveros, Camila Barrera y Camila Flores.
“Creo que para la formación de los abogados es super importante tener la posibilidad de hacer trabajo pro bono, teniendo el mismo compromiso que se hace un trabajo remunerado, porque entrega otro tipo de retribución en nuestra labor. Y para la oficina es muy importante contribuir para mejorar el acceso a la justicia en aquellos grupos que quedan fuera de ayuda fiscal y privada”, concluye Flores.
El nombre del cliente no es entregado completo, para proteger su privacidad.
